Leonardo Riquelme C.

Avenida Providencia a la altura del edificio de Telefónica, en Plaza Italia. Son las 12.05 y una Chevrolet Orlando blanca está detenida. Cuatro taxis básicos la rodean y le impiden el paso.

"Es de Uber", avisó un conductor, que llama por radio a un colega para contarle lo que pasa. "Es que esto ya es guerra. La competencia desleal es mucha", alegó, responsabilizando a este servicio internacional que opera a través de una aplicación móvil, de la caída en la clientela que les aqueja.

Tal como ya ocurre en otros países, los conductores de taxis básicos y radiotaxis santiaguinos iniciaron la semana pasada protestas contra la empresa, que afilia a automovilistas y dueños de vehículos particulares para que operen como taxis.

"No más Apps piratas", lucían ayer en sus parabrisas muchos vehículos formales.

Desde Uber rechazaron lo ocurrido. "Lo último que Chile necesita es violencia contra quienes buscan ofrecer un servicio de transporte seguro y confiable y contra los ciudadanos que buscan moverse libremente por las ciudades", dijo Soledad Lago, gerenta de Comunicaciones Uber Cono Sur. "Reiteramos nuestro rechazo a cualquier tipo de ataque o intimidación y sabemos que las acciones de un grupo reducido no representa al total de los taxistas de Santiago. Respaldaremos a nuestros socios en todo lo que sea necesario ante semejantes barbaridades", agregó.

Innovación compleja

Uber debutó el 2014 en Chile. En lo medular, consiste en que el pasajero baja la aplicación a su teléfono móvil, la vincula con su tarjeta de crédito y por esa vía puede solicitar un vehículo cuando lo requiera. El viaje se tarifica por kilómetro y minuto recorrido (lo que se calcula por GPS), y el total es descontado al cliente desde su cuenta por la compañía, que al cabo de una semana le transfiere el dinero al dueño del automóvil.

Un empresario que compró el 2014 dos Orlando justamente para ingresarlas a Uber -y que pidió reserva de su identidad-, explicó que el conflicto se generó a partir del año pasado, cuando se creó el servicio UberX.

Según define la propia compañía en su web, el UberX está formado por "modelos más simples y económicos, ideales para los traslados diarios". Y agrega que son hasta 25% más baratos que el esquema con el que debutó la compañía en Chile, el UberBlack.

El empresario consultado precisa que UberBlack cumple con las exigencias para móviles de turistas y, por ende, los autos están inscritos en el Registro de Vehículos de Pasajeros del Ministerio de Transportes. Así, cumplen exigencias tales como que sus choferes son profesionales, cada asiento tiene su propio seguro ante accidentes y el carro es sometido a revisiones técnicas especiales constantes, donde se les mide hasta el tamaño del pasillo que tienen. De hecho, añade que sus Orlando han sido fiscalizadas y que no registran multas.

"Pero con el UberX está la embarrada, porque no cumplen con ninguna de las exigencias", añade el entrevistado. "Ahí hay un riesgo para el pasajero, que se sube a autos con choferes cuyas capacidades nadie conoce", agrega.

Fiscalización

El seremi de Transportes, Matías Salazar, insistió en la ilegalidad de este sistema, porque está basado en "un particular que ofrece ser vicios de transporte público sin cumplir con las condiciones", según dijo ayer a radio Cooperativa.

La autoridad añadió que intensificarán la fiscalización en las calles y recordó que quienes sean sorprendidos operando en esas condiciones se exponen a multas de hasta 15 UTM ($679.740) y arriesgan el retiro del vehículo.

Uber fue fundado en 2010 en EE.UU. y hoy tiene presencia en 330 ciudades de 60 países. Además de Chile, en mercados como México, España y ahora Argentina los servicios de este tipo están enfrentando protestas por parte de los gremios de taxistas. En España la situación llegó incluso a tribunales, donde fue declarado ilegal. El servicio se retomó luego que la compañía accediera a tener sólo conductores profesionales. En Chile, un empresario adscrito a Uber cree que el conflicto se resolverá favorablemente si la empresa accede a regular su servicio UberX, que es el más masivo, pues acepta casi todo tipo de modelos de autos y condiciones. En Santiago, la tarifa base en UberX es de $ 800; en UberBlack es de $ 1.250, y en UberSUV es de $1.560.

inscritos dice Uber que tiene en Chile. La Seremi de Transportes lo pone en duda. taxis básicos están inscritos en el ministerio. A ellos se suman 3 mil radiotaxis.

es lo que gana Uber con cada viaje. La tarifa tiene valor por kilómetro y minuto recorrido.

25 mil autos

24.500

20% a 28%

UberBlack: es su servicio ejecutivo, con vehículos tipo sedán de mayor estándar.

UberSUV: formado por autos con más lugar y confort, con capacidad de hasta 6 pasajeros. Están en el Registro de Vehículos de Pasajeros del ministerio. Inicialmente eran parte del Black.

UberX: son modelos más simples y económicos. Son los que masificaron la oferta.

Exigencias: la empresa afirma que sin importar el sistema de ingreso, todos sus conductores son sometidos a un proceso riguroso que incluye:

* Certificado de antecedentes y hoja de vida; con historial de multas de los últimos años.

* Entrevista con un sicólogo y una prueba sicotécnica. La compañía afirma que esta fase es comparable a "la revisión de antecedentes de pilotos de avión y de los empleados del sector financiero".

* Los vehículos deben contar con toda su documentación al día.

* Los dueños deben tener seguros que cubran al socio y al usuario.

"

"

"

"