Apesar del pobre arranque de Venezuela en las Clasificatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia, la Vinotinto mantiene la ilusión de clasificar, por primera vez, a una Copa del Mundo. Para acercarse a ese objetivo, los llaneros deben empezar a ganar sus encuentros como locales, comenzando por el de mañana ante Chile.

Sin embargo, para Gamadiel García, quien defendió las camisetas de Caracas, Maracaibo y Deportivo Táchira en ese país, la misión es más que difícil. "El fútbol de ellos iba en ascenso, sacaron una buena generación de jugadores y tienen algunas figuras, pero por distintos motivos se ha estancado un poco en los últimos años", aseguró a hoyxhoy el actual volante de Deportes Concepción.

"Lo que sucede actualmente en el país a nivel social y político no deja que muchos extranjeros vayan a jugar allá. Tienen problemas con el dólar y con los pagos, por lo que no es un destino muy atractivo para la mayoría de los jugadores", agregó el nacido en Universidad de Chile.

Buena generación

Gamadiel afirma que la liga venezolana es un de un nivel inferior a la chilena, que la ausencia de jugadores extranjeros de renombre le quita jerarquía y que los grandes son los únicos cuadros que logran mantener un rendimiento sostenido. Pero, a pesar de esto, la actual generación es, por lejos, la mejor de su historia. "Como jugué en los dos clubes más grandes de Venezuela, siempre tuve compañeros que eran llamados a la selección. Los conozco bien y siempre cuando vienen a jugar a Chile me llaman para juntarnos", explicó.

Por ejemplo, en el Caracas compartió con Oswaldo Vizcarrondo, uno de los veteranos del equipo de Noel Sanvicente y que actualmente juega en el Nantes de Francia. En ese club también estuvo con Luis Manuel Seijas, hoy figura del Independiente Santa Fe. En el Táchira fue compañero del defensor Wilker Ángel y en el Maracaibo coincidió con el ahora volante del Genoa Tomás Rincón, quien además es el capitán de la Vinotinto.

Gamagol también destacó el calor que hace en Barinas, sede del encuentro de mañana. "Yo jugaba en Maracaibo y era prácticamente lo mismo. Son lugares con un calor sofocante, muy húmedo y que a ellos, a los que juegan en la liga local, al menos, les gustan mucho. Ahora, a los que vienen de afuera, que hoy por hoy son la mayoría, no les acomoda tanto", avisó.

Por último, el jugador de 36 años dijo que confía en un triunfo de la Roja. "Tienen que seguir demostrando que son el equipo campeón de América", cerró.