El matrimonio sigue siendo una institución relevante para los chilenos. Las cifras de personas que contraen dicho contrato mantienen una tendencia al alza respecto al 2005, aunque lo propio pasa con las que se divorcian.

Si bien en 2015 los matrimonios que se celebraron fueron un 5% menos que en 2014 (pasando de 67.037 a 63.749), el año pasado firmaron el vínculo casi 10 mil parejas más que en 2005, año en que se contabilizaron 54.724 enlaces de este tipo.

Para algunos, esta diferencia puede ser significativa, aunque en parte puede explicarse porque algunos optaron por el Acuerdo de Unión Civil (AUC), alternativa válida desde el 22 de octubre de 2015, y que a partir de entonces, y hasta el 31 de diciembre unió a 2.201 parejas, entre las cuales se cuentan 278 formadas por dos mujeres, 358 de dos hombres y 1.565 de distinto sexo.

Sin embargo, el mayor cambio que se registró en materia matrimonial en los últimos años es la separación.

El 7 de mayo de 2004 se promulgó la Ley de Divorcio, y entre 2005 y 2015 esta manera de dar fin al lazo creció en un 3.616%. En 2005 se iniciaron 1.191 tramitaciones, mientras en 2015 fueron nada menos que 44.269.

Según el Poder Judicial, las causales más aludidas para terminar la relación son las infidelidades y los problemas económicos.

Dos bolsas negras atrapadas en las compuertas de La Punta, en Vivaceta con Santa María, alertaron a un trabajador que regula el paso del río Mapocho bajo el puente Manuel Rodríguez, en Independencia. El funcionario sacó los bultos y se sorprendió con su contenido: eran las piernas y brazos de un cuerpo humano. Todo indica que se trataba de los restos de una mujer. La mano derecha tenía un nombre tatuado. Peritos de la PDI analizan los restos para identificar a la persona e investigar lo ocurrido.

La parvularia y dueña del jardín infantil Play Garden de Santiago desmintió ayer que un pequeño de 2 años y medio fuera mordido en nueve ocasiones por un compañero en el primer día de clases, como denunciaron sus padres con fotografías. "Sus mordeduras son impresionantemente grandes, no corresponden a un niño de su edad", dijo Denisse Berner a radio Cooperativa. Añadió que es imposible que alguien sea atacado tantas veces y no reaccione llorando, lo que habría alertado a las profesoras.