Es sabida la proporción que determina el buen estado físico: 80% vale la alimentación y un 20% el ejercicio físico que hacemos. Sin embargo, durante las vacaciones muchos olvidan llevar bien esta relación.

Carolina Torres, profesora de purna y kundalini yoga, afirmó que "descansar no es sólo estar tirado en la playa, sino que también es un momento para alimentarse mejor y tratar de llevar una vida más saludable en todo aspecto".

En cuanto a la actividad física, Torres recomendó varias iniciativas para practicar yoga en la playa: "Lo ideal es hacerlo en horarios bien tempranos por la mañana o al atardecer, por el calor, y porque al haber menos gente circulando, la persona se puede concentrar más". También, la experta aseguró que hay que usar un mat (o esterilla) para no resbalarse en la arena y ubicarse en un sitio plano "como el que dejan las olas a la orilla de la playa". En cuanto a la ropa, Torres sugirió que fuera cómoda; y en relación a la hidratación, propuso beber grandes cantidades de agua después de la práctica, y en medio del ejercicio sólo tomar pequeños sorbos.

Por otro lado, Carol Moraga, coordinador deportivo de gimnasio O2 Fit, entregó tres recomendaciones para estar en forma: entrenar a lo menos tres veces por semana, durante 30 minutos cada sesión e integrarlo como un hábito; comer sano alimentándose cada 3-4 horas; y dormir entre 7 a 8 horas diarias, para la recuperación de las funciones vitales.

Comer bien

Asimismo, nutricionistas de Sodexo, apuntaron los errores frecuentes que se cometen al comer y que en verano generan un alza de peso: no desayunar correctamente y cenar abudantemente; tomar alcohol en exceso; excederse con los helados; comer muchas preparaciones calóricas fuera de casa; excederse en el consumo de productos light y sobreconsumir las porciones sugeridas.

Los expertos de la compañía destacaron que "en vacaciones no hay que comer menos, pero sí seguir una dieta distinta, ya que el número de calorías que se necesitan son menores y la hidratación es mayor. Lo importante es obedecer al propio cuerpo y alimentarse de manera saludable".

En verano las piernas se muestran mucho más con shorts, faldas y vestidos. En consecuencia, la mayoría de las veces, sólo en estas fechas hombres y mujeres se acuerdan de cuidarlas.

Carmen Velasco, directora médica de Boehringer Ingelheim, aseguró que "es durante esta época en donde más molestan las várices" y que además, tiene relación con la insuficiencia venosa crónica: enfermedad que se relaciona con síntomas como la hinchazón, la pesadez, el cansancio y los calambres.

Según explicó Ignacio Figueroa, gerente médico general de la misma compañía: "Una de cada tres personas padece la enfermedad, donde 60% son mujeres. Los factores de riesgo asociados son: vida sedentaria (50,4% en mujeres, 33,7% en hombres), embarazo (67%), sobrepeso (42% en mujeres, 29,2% en hombres) y otros como antecedentes familiares y la edad".

Ayer se lanzó en Chile un fármaco cuyo principio activo está hecho en base a flavonoides de la hoja de parra de uva roja chilena, para ayudar a solucionar -en parte- el problema de oxigenación de la sangre que se acumula principalmente en los tobillos, al permanecer largos periodos de tiempo sentado.

A los tres meses de ingerir el medicamento, las paredes internas de las venas -endotelio- deberían estar fortalecidas y cesarían los dolores.

La época estival es para los hackers una oportunidad para realizar estafas y robos informáticos.

Las redes públicas de WiFi constituyen un peligro, pues no suelen tener las medidas necesarias para resguardar la información de los usuarios, y los hackers pueden fácilmente acceder a ellas. Mediante sencillas técnicas logran robar contraseñas y números de tarjetas bancarias, entre otros.

Jorge Rojas Z., de NovaRed, empresa de seguridad de la información, entregó recomendaciones para evitar los ataques: usar soluciones de seguridad -como antivirus, antimalwares- en todos los dispositivos móviles. En muchos casos, pueden descargarse como aplicaciones gratuitas. Asimismo, se pueden encriptar notebooks y smartphones por si estos fuesen robados y mantener en off las conexiones no seguras, por ejemplo, habilitar el WiFi, Bluetooth o GPS solo cuando su uso sea necesario, y no mantenerlo activo todo el tiempo. Preferir aquellas conexiones que tienen algún sistema de protección como contraseñas o credenciales de acceso; evitar transacciones bancarias desde WiFi público o un pc público; tener cuidado con la descarga de aplicaciones y, por último, respaldar la información, de este modo, en caso de accidente u robo, al menos se tendrán los archivos.