• Un partido esperado, pero que queremos olvidar

    Extraño por donde se lo mire. Así ha sido el partido de Colo Colo y Santiago Wanderers que comenzó en 2015 y terminará -aparentemente- en 2016. La verdad, es que yo no me atrevería a decir que va a terminar hoy, porque con tanta suspensión, cambios de horarios, opciones de sedes e imprevistos no se puede asegurar nada. Podría pasar cualquier cosa.

    Y es que son muchos los factores que le dan un extraño aura. En primer lugar, el partido se suspendió debido a un lamentable hecho de violencia el domingo 6 de diciembre. Yo viví una situación parecida en el Apertura 2002. Cuando quedaban 15 minutos, se cortó la luz en el Estadio Fiscal de Talca y no pudimos seguir jugando. En esa ocasión nos devolvimos al hotel, pasamos la noche ahí y el día siguiente jugamos los minutos restantes. En cambio en ésta, primero fue reprogramado para el miércoles 9, cuando tampoco se llevó a cabo. De esta manera, quedó para el jueves 10, pero nuevamente debió atrasarse para el lunes 14, y así sucesivamente. Hasta hoy a las 11.00 horas, cosa que el pasado viernes cambió, atrasándose para las 18.00 horas, como si fuera una broma.

    Por otra parte, y a modo de sanción por lo ocurrido en Valparaíso, ambos equipos deberán verse las caras sin el apoyo presencial de sus hinchas, quienes no podrán ir a alentar a sus favoritos a modo de castigo por lo ocurrido en el Estadio de Playa Ancha. Por lo mismo, ambos clubes tendrán restricción de público en sus primeros cuatro partidos del Clausura.

    Además, el que califica como uno de los partidos más largos de la historia del fútbol chileno contará con protagonistas diferentes a los que iba a tener en su origen. Wanderers, por ejemplo, contará con un nuevo técnico, Alfredo Arias. En los mismos caturros, también podría jugar David Pizarro, quien estaba lesionado en diciembre. En Colo Colo en tanto, no podrán estar ni Emiliano Vecchio ni Leonardo Cáceres, quienes fueron vendidos.

    Sin duda, el encuentro va a tener un condimento más allá de lo futbolístico, porque si bien a Colo Colo no le influye el ganar, perder o empatar, Wanderers lo puede tomar por el lado de que son tres puntos importantes en una eventual lucha por el descenso o por la entrada a la Liguilla.

    Volviendo al presente, pienso que lo más importante hoy es erradicar la violencia en los estadios, para evitar nuevos episodios como el ocurrido a principios de diciembre. Personalmente creo que la lección se va a aprender con el pasar del tiempo, y en la medida que la ley se endurezca, porque lamentablemente las situaciones de este tipo venían tomando fuerza desde hace ya varios campeonatos atrás.

  • Un ingeniero en Informática que sufrió una fuerte decepción

    Alejandro Palma. Llegó a Santiago hace cuatro años, buscando más oportunidades laborales. Se crió en Licantén y estudió en la Universidad Católica del Maule. Hoy vive en el piso 30 de un edificio de Santiago Centro. Trabaja en una empresa de informática a la que se va caminando todos los días. Demora 30 minutos de ida y 30 de vuelta, pero prefiere caminar a tomar metro o micro: "Una de las cosas que extraño de Licantén es que se podía ir caminando a todos lados". Cuando llegó a Santiago cayó en depresión porque las cosas no le resultaron como esperaba. "Al principio me quedé en la casa de unos tíos, después arrendé una pieza, pero en todos esos meses no encontré trabajo como informático y trabajé en comida rápida y haciendo aseo para empresas". En esa época conoció a Patricio, un compañero de trabajo que se transformaría en su mejor amigo: "Él me mostró más Santiago, me sacó a carretear. Me ayudó a salir de la depresión. Siempre he sido medio solo, pero él siempre me oía. Me dio energía para seguir buscando trabajo". Hoy no se hablan: "Él cayó en las drogas y me "vendió" para que me asaltaran. Fue cerca de Navidad, un día que salimos a comprar regalos. De repente desapareció y llegaron tres tipos. Yo me alejé pero me siguieron. Tomé un colectivo y se subieron, me bajé y se bajaron, tres veces. Hasta que al final estaba muy cerca y me tuve que bajar. Ahí me arrinconaron". Puso la denuncia pero no le dijo nada a su amigo: "No le deseo mal pero desde ahí que le hago la cruz a la droga".

  • Más control por las noches

    El otro día llegando a mi casa cerca de las 22.00 horas me di cuenta que el conserje no estaba, así que que me dispuse a buscar las llaves dentro de mi enorme cartera favorita. La tarea no fue fácil, por lo que tardé algunos segundos, que fueron los suficientes para que un degenerado pasara al lado mío corriendo y me pegara un agarrón tan fuerte que me quedó doliendo por varios minutos. Ojalá que las autoridades dispusieran de una mayor cantidad de patrullas para prevenir este y otro tipo de acciones.

  • Un acuario de lujo en Los Vilos

    Una magnífica sorpresa resultó para mí el haber conocido en Los Vilos un excelente acuario producto de la conjunción de intereses del municipio y las agrupaciones de trabajadores del mar. Lo que más llama la atención es el conocimiento no solo científico sino vivencial de las numerosas especies expuestas, por parte de quienes conducen las observaciones. Iniciativas como esta son un ejemplo de cómo se debe difundir el conocimiento de nuestro mar, patrimonio que todos debiéramos tener.

  • #leohoyxhoy

    "Me gusta seguir las noticias para estar al día. Me interesa mucho la sección de Espec táculos y por mi trabajo de abogada tengo que estar actualizada en temas políticos", dice sobre hoyxhoy su lectora Pamela Pérez (28).

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