"Las mamás que criamos con apego también nos cansamos". Así se titula un artículo con el que me topé y que genera en mí la inmediata pregunta: ¿Y cuáles son las madres que crían sin apego? ¿Las que trabajan?, ¿Las que no amamantan?, ¿Las que no son parte del taller de tal o cual nuevo instructivo new age para la maternidad?

Hace algún tiempo -y por supuesto que asumo que con las mejores intenciones- aparece esta obsesión por los ¿nuevos? saberes sobre la crianza, los que en materia de apego y en instituciones relacionadas a niños hay un tremendo aporte. Que se incorpore la idea de que un bebé abandonado, no requiere sólo alimento, sino que también brazos que lo contengan, puede marcar una vida. Sin embargo, no deja de ser llamativo por qué a tantas mujeres jóvenes las ha convocado -a algunas con alegría a otras con mucha ansiedad- la idea de acercarse a una especie de profesionalización de la maternidad, donde se paga incluso por la incorporación de saberes sobre la crianza.

¿Qué nos pasó? ¿Nuestras madres lo hicieron muy mal? ¿Qué queremos evitar a toda costa con nuestros hijos? ¿Qué queremos programar en ellos? ¿Por qué entendimos que hay que leer un manual para criar a un hijo? ¿No es la comunidad en su conjunto la que también aporta al desarrollo de un niño?

Lo complejo es que en algún momento, la teoría del apego pasó de ser un saber de la psicología del desarrollo a una obsesión que hoy se está instalando como operador biopolítico. Lejos de negar la importancia del apego como conducta, me preocupa el modo en que el concepto se instala: como un ordenador de madres en el caso de las de la crianza con apego, y en el otro, en el lado de las desnaturalizadas. Autodenominación que violenta la diversidad del ejercicio del rol -por cierto parcial- maternal de una mujer. Además, alude a una especie de retorno a una naturaleza vs la alienación cultural; el problema es que desconoce que la naturaleza está pasada a ideología, en este caso a una que apunta a qué mujer ser, la madre de la norma, el padre de la norma, el hijo "normal". Todo en un naturalismo de semblante libertario, pero de corazón totalitario.

Lo peor, es que ha provocado otra fractura entre las mujeres, y hay que reconocer que la fraternidad femenina nunca ha sido una cuestión fácil. Ahora estamos las buenas y las malas madres. Sí, en pleno siglo XXI.

Los videos sobre fitness que enseñan a mantener un cuerpo tonificado en poco tiempo, sin duda llaman la atención de quienes desean prepararse para la playa. Sin embargo, un reciente estudio desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Oregon en Estados Unidos, descubrió que podrían desalentar a las personas que se animan a ejecutarlos.

El hallazgo fue resultado de un análisis de 10 DVD"s populares comercializados para principiantes en todo el mundo, donde se encontró que el factor común estaba representado por mujeres delgadas, blancas y que se ejercitaban luciendo un atuendo revelador.

Brad Cardinal, profesor de kinesiología en la institución académica, aseguró en un comunicado que estas instructoras envían un mensaje físico sobre cómo se debería lucir en realidad. El estudio también señaló que aunque una cuarta parte del lenguaje empleado era motivador, un séptimo fue negativo, ya que los protagonistas se burlaban diciendo cosas como: "Debes estar muriendo en este momento" o "deberías estar sudando". Cardinal dijo: "Invitas a tu hogar imágenes y mensajes que te hacen sentir mal contigo mismo y podrían obstaculizar tus esfuerzos por mejorar tu salud" y agregó "si la experiencia no es positiva, la probabilidad de continuar con el programa disminuye".

Por primera vez científicos del Instituto Milenio de Astrofísica, y del European Southern Observatory, realizan una estimación totalmente empírica de la masa total de las estrellas que conforman el núcleo de la Vía Láctea, que corresponde a la región central de estrellas que la constituyen. El equipo concluyó que esta zona de la Vía Láctea tiene una masa igual a si estuvieran contenidos ahí 20 mil millones de soles.

El área es el cuarto del total de toda la galaxia y además contiene algunas de sus estrellas más viejas, razón por la cual ha sido objeto de estudio de muchos astrónomos, ya que su caracterización puede revelar mucha información respecto a la historia y evolución de la Tierra en el Universo.

Sin embargo, a pesar de esta importancia, ha sido difícil para los especialistas develar sus misterios, ya que al encontrarse la Tierra dentro de la Vía Láctea sólo es posible observarla parcialmente, lo que no sucede con galaxias vecinas.

La investigación fue liderada por las astrónomas Elena Valenti y Manuela Zoccali.