Vivianne Perey hizo un llamado a la población para que se sensibilice frente a un tema que "estuvo mucho tiempo guardado": la donación de órganos. Ella es la madre de Cristóbal Gelfenstein (14), quien sufre de una malformación llamada hemangeomatosis capilar pulmonar, por lo que requiere un trasplante bipulmonar para sobrevivir.

Hace tres años la familia perdió a su hija Trinidad por la misma afección, en el primer caso de esta enfermedad registrado en Chile. Trinidad esperó dos meses un donante y cuando finalmente fue trasplantada su cuerpo no lo resistió.

En el mundo sólo se han registrado 50 casos desde 1978 de esta patología, que dificulta el proceso de oxigenación de la sangre.

La madre de Cristóbal se dirigió al país para difundir una campaña con el lema "Yo soy donante. No mates mi deseo de dar vida", que se dirige a potenciales donantes y sus familias.

Perey dijo que existe mucha desinformación ante el tema, lo que genera desconfianza a donar y señala como una de las soluciones la difusión de más campañas educativas. "Para que la gente pueda confiar hay que desmitificar y educar", agregó.

A las familias las llamó a respetar la decisión de los donantes. "El llamado es a tomar conciencia a las familias a que no maten el deseo de dar vida de sus seres queridos", señaló.

Uno de los requisitos para que pueda realizarse un trasplante es que el paciente se encuentre físicamente estable y en buenas condiciones de salud. Gracias al aparato artificial que permite que funcione su pulmón, Cristóbal cumple esta condición, pero tiene un riesgo diario de sufrir trombosis, desangramiento e infecciones.

Ya van más de 90 días en que él espera su trasplante, y casi todos ellos los ha pasado en la Clínica Las Condes, donde está internado desde el 31 de agosto. Su madre destacó que Cristóbal "es un niño muy fuerte", pero que la incertidumbre de no saber si recibirán un donante le causa angustia y ansiedad.

El Ministerio de Salud le informó ayer a representantes municipales y parlamentarios que la apertura de Farmacias Populares no es la única opción para permitir que los vecinos accedan a medicamentos baratos.

El subsecretario Jaime Burrows les indicó que con algunas interpretaciones y modificaciones sencillas los consultorios municipales también podrían vender remedios a bajo costo, y sin vulnerar la norma.

La autoridad explicó que la ley de prestación primaria permite a las farmacias de esos recintos obtener a precio de costo productos que no son del petitorio mínimo, y que los consultorios están obligados a entregar gratuitamente. Así, este tipo de medicamentos con copago podría ser comprado por las personas que se encuentran inscritas.

El presidente de la comisión de Salud de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), Felipe Delpin, se mostró esperanzado en que esta nueva vía le permita a más administraciones seguir el ejemplo de Recoleta, donde desde hace unas semanas opera la primera Farmacia Popular del país, modelo que otras tres comunas ya tramitan formalmente y al que un centenar analiza adscribirse.

Para dialogar sobre esto, anunció un encuentro nacional para esta semana. "Los alcaldes estamos por coludirnos positivamente en esta situación de las farmacias en beneficio de nuestros vecinos", afirmó.

Los senadores DC Patricio Walker y Carolina Goic le pidieron además al subsecretario que fortalezca la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), que es la que compra los remedios y permite su venta a menor precio.

Un total de 19.260 huevos de gallina y más de dos toneladas de productos de origen agrícola fueron incautados ayer en el norte del país, gracias al actuar de Carabineros y funcionarios del Servicio Agrícola Ganadero (SAG). Esto, debido a que la mercadería habría entrado ilegalmente desde Bolivia, pudiendo traer consigo enfermedades no presentes en Chile.

En ese sentido, los productos más peligrosos serían los huevos, puesto que podrían traer consigo la influenza aviar y la enfermedad de Newcastle, ambas altamente contagiosas y posibles de contraer por el ser humano.

El decomiso se llevó a cabo cerca de la frontera con el país altiplánico y la mercancía fue dejada en manos del SAG para ser analizada y posteriormente destruida.

Además de los huevos se encontraron 22 cajas de papayas y 12 sacos de limones, al igual que maracuyás, mangos, plátanos, variedad de papas andinas, porotos, maní crudo y cocido, quínoa, maíz, chía, canela y azúcar.

Quienes transportaban los productos fueron remitidos a la fiscalía de Pozo Almonte, para ser investigados por el delito de contrabando.