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El Pato Rubio enfrentó la mala suerte y le dio el triunfo a la U
En un duelo caracterizado por errores tanto en defensa como en el ataque azul, los de Lasarte vencieron por 1-0 a la U. de Concepción en la ida por las semis de Copa Chile.
Los rostros todavía evidenciaban estragos del Superclásico. Como casi nunca ocurre, no hubo ningún atisbo de sonrisa cómplice entre los jugadores de la U mientras descendían del bus que los trasladó hasta el Estadio CAP de Talcahuano. Concentración total en la antesala del duelo de ida por semifinales de Copa Chile ante la Universidad de Concepción.
Y ese mismo mensaje gestual se hizo presente en gran parte del encuentro ante los del "Campanil", sobre todo cuando los azules -quienes ayer jugaron de blanco- veían cómo a los 21" Patricio Rubio se perdía un gol solo debajo del arco defendido por el Tigre Muñoz, tras centro rasante de Leo Valencia. Una opción tan clara que ni los mismos hinchas locales podían creer lo que estaban viendo. El rostro de sus compañeros -y del DT Lasarte- era similar al de la gente que en estos días hace largas filas por el paro del Registro Civil. Pese a su esfuerzo, el problema de la U seguía creciendo. Ello porque mientras más se generaba opciones, la impericia de Rubio se hacía cada vez más evidente. Con el marcador en blanco los equipos se fueron al descanso. Una vez iniciado el segundo tiempo, los dirigidos por Ronald Fuentes salieron con todo al ataque, pero fallaban en la puntada final debido a la presión constante que ejercían los visitantes. Con más ganas que fútbol, la U seguía buscando el arco rival, pero la reacción de los locales era prácticamente instantánea. Huentelaf y Churín se las arreglaban para complicar a los de Lasarte, pero sus intentos eran frenados por la zaga visitante. Sin embargo, fue el mismo Pepe Rojas quien en una "patriada" se echó el equipo al hombro. El zurdo, cuan puntero izquierdo, desbordó por su banda y sacó un centro a la carrera dirigido al segundo palo. Allí apareció Rubio, quien empalmó de derecha colocando el balón lejos del Tigre Muñoz. Fue el fin de la mufa para el delantero, quien gritó con todo su gol, sacándose la camiseta y, de paso, toda su bronca. Eso sí, casi no hubo sonrisas.