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El jurel: un lujo con mala fama
Durante muchos años, en realidad décadas, el jurel ha sido un pescado al que -debido a la ignorancia de muchos- se le ha tratado con la punta del pie. Es decir, mal. Claro, porque siempre hubo en cantidades impresionantes en nuestras costas, lo que le aseguraba un bajísimo precio y de paso lo transformaba en un alimento considerado por muchos como "comida de pobres". De hecho, la más famosa forma de comercialización y consumo que durante mucho tiempo tuvo el jurel en Chile fue en conserva, en unos tarros que hasta hace no demasiados años atrás decían salmón en vez de jurel. O sea, si a este pobre pescado no se le camuflaba con otro nombre, malazo le iba en el comercio. Es más, mucha gente compraba este "salmón" para alimentar a sus gatos.
Pero las cosas han cambiado. Primero, porque los tarros de jurel en conserva dicen jurel y no salmón. Segundo, que como se ha sacado tanto jurel sin control, ahora tenemos veda de este pescado durante algunos meses al año. Y tercero, que poco a poco ha ido apareciendo en caletas, mercados, pescaderías y hasta supermercados el jurel fresco; lo que ha permitido a muchos chilenos conocer este pescado de mucho mejor forma y -lo bueno de todo esto- comenzar a valorarlo.
¿Cómo es el jurel? Es un pescado pequeño, de carne firme y agradablemente aceitosa, además con un sabor sutil pero al mismo tiempo penetrante. Menos que una sardina, pero mucho más que un salmón. Por otro lado, resiste muy bien distintos tipos de preparaciones en la cocina, por lo que se puede cocinar en guisos, escabeches, frito o -como más nos gusta- incluso asado a la parrilla. Así las cosas, la verdad es que no exageramos cuando decimos que el jurel es un gran producto del mar, muy dúctil y que -a pesar de aún presentarse con un precio de venta muy bajo- es un pescado que puede servir para preparaciones muy finas. Por lo mismo, no despinta en ningún tipo de mesa. De hecho, últimamente algunos chefs han logrado incluir a este pescado (un poco a regañadientes de sus jefes) en las cartas de exclusivos restaurantes santiaguinos.
Ahora, si quieren comenzar a relacionarse poco a poco con el jurel, les recomendamos que partan con el clásico que viene en tarro y que en una tortilla con cilantro y cebolla queda estupendamente bien. Así que sigan la receta que les presentamos hoy al pie de la letra.
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Para la salud
Además de ser un pescado muy sabroso y barato, el consumo habitual de jurel resulta altamente beneficioso para la salud, debido a su alto contenido de Omega 3, un nutriente que ayuda a disminuir el colesterol y a su vez colabora en la reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. O sea, no queda otra que comer jurel.
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Acompañamiento
Una porción de arroz queda perfecto para acompañar esta tortilla. Ahora bien, cuando llegue la época de tomates, sería mucho mejor cambiar el arroz por un tomate cortado en rebanadas y aliñado con aceite de oliva, sal y pimienta. Y claro, también se puede acompañar con ambos: arroz y tomate, una gran mezcla.
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En pan
Si quieren hacer algo más portátil, pueden meter un trozo de esta tortilla dentro de una marraqueta tibia. Sola queda muy bien, pero con un toquecito de mayonesa y/o ají verde queda muchísimo mejor.