El tranvía, la nueva alternativa de transporte público que -tras 15 años de anuncios- en 2018 unirá a las comunas de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, traerá consigo cambios en el funcionamiento de la ciudad y sus habitantes, y con ellos, pros y contras.

En primer lugar, el director de Ingeniería de Transporte PUC, Juan Carlos Muñoz, sostuvo que el tranvía "permitirá reencantar a algunos usuarios del sector oriente que actualmente no consideran a los buses como una alternativa atractiva", por lo que el sistema que contará con un trayecto de 9 kilómetros podría contribuir en la disminución del tráfico automotriz.

Lo mismo piensa el ingeniero en Prevención de Riesgos, Pack-ling Lee, quien manifestó que "desde el punto de vista de la seguridad, contar con un medio de transporte de este tipo nos ayudaría a un ordenamiento del tránsito por las zonas en que se va a desplazar y por consiguiente debería descongestionar algunas áreas de gran generación de tacos, lo que disminuiría los tiempos de desplazamiento".

Por otra parte, Muñoz aseguró que "en la medida que se considere una solución integrada al Transantiago, manteniendo servicios de buses por los ejes que usará el tranvía, parece una decisión positiva", pero advirtió que de otro modo el sistema podría exigir a sus usuarios hacer transbordos totalmente evitables.

A esto, el experto en transporte agregó que "es muy atractivo el compromiso de los alcaldes del sector oriente para disponer espacio vial hoy disponible para automóviles para el transporte público. Tanto las pistas de uso exclusivo para buses con debidas pistas de adelantamiento como la estación intermodal en Escuela Militar parecen muy positivas".

Aunque, por otra parte, Muñoz cree que hay que preguntarse si el transporte eléctrico será capaz de captar la demanda suficiente para hacer valer la inversión, estimada en US$300 millones.

Lee cree que hoy es fundamental informar los cambios a los peatones antes de la puesta en marcha del sistema, ya que éstos son "el principal factor de accidentes de tránsito en Chile", de modo que se acostumbren a la idea y no produzcan un incremento de los accidentes de tránsito con actitudes "imprudentes y osadas". Además, piensa que podría ser necesario agregar rejas divisorias, pasarelas y otros elementos para no poner en riesgo a la ciudadanía.