Hace más de un año la sonda espacial Rosetta dejó sus 31 meses de hibernación para seguir al cometa 67P en su órbita alrededor del Sol. El largo periplo de la nave alcanza hoy un importante hito al situarse a solo 186 millones de kilómetros de la estrella madre de la Tierra. Esto ocurrirá cuando, junto al cometa, alcance el perihelio, el punto de la órbita en que se está más cerca del Sol.

Para los investigadores la importancia radica en los altos niveles de actividad que se detectan en dicho lugar. "Conforme nos acercamos al perihelio la actividad generada en el núcleo es capaz de expulsar al espacio no solo gas y polvo sino grandes fragmentos, de hasta metros de tamaño, que se desprenden del cometa", señaló José Juan López Moreno, del Instituto de Astrofísica de Andalucía y participante en la misión. Los expertos se mostraron expectantes ante la posibilidad de que el cuerpo celeste se parta en pedazos, permitiéndoles observar la materia de su interior.

Comienzos del periplo

La misión espacial se colocó en la órbita de 67P el 6 de agosto de 2014, cuando estaba a 540 millones de kilómetros del Sol, cerca de la órbita de Júpiter. El principal objetivo ha sido el estudio del origen y evolución de los cuerpos primitivos del Sistema Solar. Además de seguir al cometa 67P, Rosetta envió un módulo a su superficie para estudiarla.

Conocidos son los casos de infantes que han fallecido al quedarse dentro del auto, debido a las altas temperaturas que se alcanzan al interior. Con el objetivo de reducir la estadística -cada nueve días muere un niño por insolación abandonado en un vehículo- la empresa de productos para bebés Evenflo desarrolló el Advanced SensorSAFE Embrace DLX, un asiento para guaguas que alerta al conductor sobre la situación del pequeño al llegar a destino, o si el asiento se desabrocha en el trayecto.

Legionella es el nombre de una bacteria que ya ha cobrado la muerte de 12 personas en Nueva York, EE.UU. Se oculta en torres de refrigeración de viejos edificios de El Bronx, epicentro de este actual brote, el peor en la historia de la ciudad. Produce una infección pulmonar que puede ser mortal. Se reproduce en ambientes húmedos y con altas temperaturas, no transmitiéndose de persona a persona, sino que infectando directamente a quienes inhalan pequeñas gotas de agua o vapores con la bacteria.