Raimundo Tupper, alias Mumo, futbolista fallecido e ícono de la UC de los 90, es oficialmente una leyenda. Hoy, 20 de julio de 2015 y cuando se celebran 20 años de su muerte, su rostro adorna banderas y camisetas de fútbol. Lienzos de varios metros llevan su nombre seguido de la frase "Jamás te olvidaremos". Un libro recoge su biografía. Una cruz, hecha con los palos del arco sur de San Carlos de Apoquindo, lo recuerda. Y un mosaico de varios metros, ubicado junto a la cruz e inaugurado el pasado viernes, destaca su legado.

Es el símbolo de Universidad Católica. El ídolo al que hinchas eufóricos, la mayoría nacidos después de julio de 1995, le dedican canciones y cuyo nombre corean cada vez que el plantel de turno realiza una mala campaña. Tupper, el mito, sin quererlo se convirtió en el Che Guevara cruzado.

La leyenda

Juan Carlos Villalta, periodista reputado y hombre ancla de CDF, opina que Tupper tenía un parecido muy grande con Montgomery Clift, actor de Hollywood de los años 50 y varias veces pareja ficticia de Elizabeth Taylor. Era, explica don Caco, una similitud holística: tanto por su personalidad como por su físico. "Mostraba un carácter muy parecido. Un tipo atractivo para las mujeres pero a la vez distante, enigmático", opina.

Por eso, analiza Villalta, Tupper se convirtió en leyenda. Porque era un futbolista atípico al promedio. Un hombre, añade, en extremo carismático. Pero, a la vez, muy reservado. "Futbolísticamente está todo dicho sobre él. Pero en cuanto a su carácter, era ensimismado, expresaba con su carisma una atracción muy fuerte en las personas que lo rodeaban", dice.

La teoría de Aldo Schiapaccasse, comentarista multifacético de Canal 13, es que la UC necesita, con urgencia, símbolos. Por eso los hinchas toman la imagen de Mumo y la multiplican. Por eso las camisetas y las banderas y los lienzos. Y también los cánticos. Por eso y también por lo que significó. "La Católica anda buscando hace mucho tiempo símbolos que lo representen y Tupper es uno de ellos. Pero más allá de eso, es porque es como el prototipo del jugador de la Católica", explica.

La forma en que murió, agrega, también explica el tamaño de su leyenda: "Creo que se le sigue recordando porque no hay instancia más trágica, más terrible, que la que lo llevó a quitarse la vida".

De ahí que hasta el día de hoy las generaciones nuevas de hinchas crezcan escuchando su nombre y revisando sus videos en Youtube. "Era un personaje que se convirtió en leyenda por su personalidad. Él logro, sin que lo conocieran, crear una atmósfera sobre su carácter. Era un tipo, cómo decirlo, muy extraño", afirma Villalta.

Tras los incidentes que derivaron en la suspensión indefinida del partido en el Sausalito la semana pasada, el clásico porteño venía tenso. El Estadio Elías Figueroa albergó el evento que tuvo un fuerte operativo de seguridad y que se jugó sin público visitante. Pero eso no afectó a Everton, que venció por 3-1 a Santiago Wanderers.

Los Oro y Cielo se pusieron en ventaja con un gol tempranero de Jorge Gálvez, pero el primer tiempo fue dominado por el local.

Todo pudo mejorar para Wanderers cuando Enrique Osses cobró un penal y Carlos Muñoz se paró desde los 12 pasos para cobrarlo. Sin embargo, Gustavo Dalsasso fue hábil, no se movió y con el pie impidió el gol.

En el segundo tiempo Fernando Saavedra sepultó las ilusiones caturras, primero a los 68" y luego a los 71," con un "globito" que dejó sin chances al portero Mauricio Viana. El descuento para el local lo anotó a los 76" Jorge Ormeño. El resultado dejó a los ruleteros segundos del Grupo 3, tras San Luis de Quillota.