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El pensamiento rápido motiva a la superstición
Estudio determinó que pensar velozmente está relacionado con creer en causas sobrenaturales.
Algunos científicos se siguen cuestionando por qué las personas tienden a buscar causas sobrenaturales a los fenómenos que no comprenden, en vez de recurrir a las explicaciones lógicas que se basan en estudios y evidencia empírica. Para dilucidar esta problemática, un grupo de especialistas de la Universidad de Toulouse, Francia, realizaron una investigación donde determinaron que la superstición está directamente relacionada con la rapidez del pensamiento.
Pensamiento impulsivo
Los seres humanos tienen dos velocidades de pensamiento: el rápido que se caracteriza por ser instintivo, irreflexivo y basado en la intuición, mientras que, por otro lado, existe uno lento, caracterizado por ser más analítico y reflexivo.
Los investigadores clasificaron a los participantes en pensadores rápidos y profundos, a los cuales les realizaron diversos experimentos de adivinación de cartas, lectura de horóscopo, experiencias de curación y percepción extrasensorial. Ninguno de los encuestados tenía un pasado supersticioso. Los autores del estudio determinaron que el pensamiento rápido hizo más susceptible a las personas a atribuirle causas sobrenaturales a las experiencias extrañas o inusuales, debido a que se encontró prevalencia de este tipo de conclusiones irracionales entre los pensadores poco reflexivos. "Consideramos la posible generalización de nuestros resultados a las creencias religiosas y sus implicaciones para la vulnerabilidad social de los individuos no reflexivos", afirmaron los autores de la investigación.
Prejuicios
En el estudio de la psicología se considera a la superstición, en su sentido más amplio, como una manera prejuiciosa de procesar la información. Por tal razón, las personas podrían desarrollar los denominados "sesgos cognitivos", que corresponden a distorsiones en cómo se percibe la realidad.
Las personas supersticiosas relacionan erróneamente causas y efectos, creyendo que ciertas acciones, como rezos, conjuros, hechizos y rituales, influyen de alguna manera en la realidad.
La superstición proviene del "pensamiento mágico", una etapa primitiva del aprendizaje de la especie basada en la fe. A pesar de los avances en la lógica, el profesor de Psicología del Desarrollo de la U. de Bristol, Inglaterra, Bruce Hood, demostró en un estudio que el cerebro humano tiende a funcionar de manera supersticiosa. Para demostrar su teoría, le preguntó al público de un festival de ciencias si estaban dispuesto a probarse una chaqueta si recibían una gratificación económica. Un grupo importante de ellos, que se autodenominan como escépticos, bajó rápidamente la mano cuando Hood les mintió diciéndoles que había pertenecido a un asesino en serie.