-
Triunfo en Copa América: un limbo de integración
En nuestro país ha sido recurrente instalar la falta de triunfos a nivel deportivo -aunque casi siempre se trata del fútbol- como una necesidad social. Es decir, que si no hay victorias la ciudadanía quedaría inmovilizada, perdida y sin un rumbo concreto. Aún más, situada en un limbo de integración ya que no funcionaría el "nosotros" relacional, ni como espejo ni como idea de conjunto. Sobre todo por un insufrible y aparentemente invariable destino condicionado por los llamados "desastres naturales" que nos impondría la constante de "ponernos de pie", sin tomar en consideración que es una narrativa sacrificial amparada por el embargo de una histórica significación excluyente. Sin embargo, la desafección en la política como profesión, más no en lo político como acción nos deja ciertos rastros que permiten desentrañar esta hilarante supuesta necesidad. Convencionalmente el espejismo se sitúa a nivel de logros y éstos a su vez, al nivel de lo que se entiende como movilidad social, eso que algunos en términos peyorativos denominan lo aspiracional. Sería cuestión de preguntarse lo que sucede en aquellos países donde no existe como referente ni horizonte utópico el triunfo deportivo pero alcanzan niveles educacionales y tecnológicos sin precedentes, aspectos que funcionan aún mejor como elementos de cohesión social y, no se trata sólo de escandinavos o asiáticos, también los hay en nuestro continente. De modo que la necesidad está impostada al interior de la inmolación como acto culposo de un mañana apremiante que se sostiene en la precaria y endeudada clase media y con mayor razón en los sectores marginados , donde surge la mayoría de los kamikazes que ganaron la copa; imaginario que funciona en cuanto expresión y búsqueda del anhelo por salir -huir- de una vida naturalizada en los delirios del mercado y su exclusión regulada. Son los intestinos reflejos de una sociedad impactada por la desproporción con que actúan los poderes fácticos y las añejas instituciones republicanas que insisten en sostener y representar -en buena medida- los intereses de sólo una porción del país.
El gatopardismo ha sido recurrente en nuestra última etapa para esconder o disolver problemas de carne y hueso con prebendas consumistas o al estilo de la igualdad de oportunidades, la idea no basta. Que el Estado instale un colegio público en Las Condes y uno en La Granja no asegura igualdad de condiciones.
Para que la ignominia no siga siendo un acto de normalización extensiva, por ejemplo a través de las carenciadas aulas de nuestras escuelas, no debemos olvidar -y menos aún las nuevas generaciones- la huella cincelada en la oscuridad de las gradas que el mismo Estadio Nacional no se atreve ni permite ocultar, la que dice: "un pueblo sin memoria, es un pueblo sin futuro".
-
Una peruana que quiere ser contadora ciudadano de hoy
Joselyn Rojas. Llegó desde Lima a los 11 años junto a sus 3 hermanos. Su madre llevaba dos años asentada en Chile cuando pudo traerlos a vivir con ella. Dice que la experiencia en el país ha sido buena: "estudié y tengo mitad de amigos chilenos y mitad compatriotas. Ya me acostumbré a vivir acá y no podría regresar a Perú". Es la mayor de sus hermanos y ayuda a su mamá con el negocio de jugos de naranja. De lunes a sábado se instalan a la salida del metro Cerro Blanco con su carro de supermercado lleno de naranjas y un exprimidor. Los jugos de naranja y naranja zanahoria empiezan a venderse a las 06.30 AM. El vaso chico a 800 y el grande a mil. También ofrecen queques a 300 para vender la colación completa. La gente consume más por la mañana y dependiendo del clima "si hace mucho frío no se vende tanto, a veces nos devolvemos con la mitad del carro lleno". Su mamá se arriesgó con el negocio de los jugos que en Perú es muy común, ella se encarga de abastecerse de los sacos de naranja y mantener el carro. Joselyn se dedica más a lo administrativo: "me entretiene trabajar con la plata, dar vueltos, por eso me gustaría estudiar contabilidad. Además es una carrera corta y como soy mamá soltera no tengo mucho tiempo libre". Desde las 14.00 se dedica a su hijo, que es chileno y pronto cumplirá un año. Alentó a la selección peruana en todos los partidos de la copa y tiene esperanza de que puedan quedarse con el tercer lugar. Actualmente está haciendo los trámites para sacar el permiso en la municipalidad y así poder dejar de arrancar de los carabineros y sus partes.
-
Farkas: el menos avaro de los ricos
Una vez más se apareció Farkas en el horizonte nacional. El domingo fue con cuarenta mil banderas, antes con ayuda para los damnificados, colaboraciones para deportistas, enfermos graves, suma y sigue. Pareciera no ser cierto esto de que exista alguien que pueda desprenderse de lo mucho o de lo poco que tenga. Nadie lo hace. Nadie con su nivel económico lo hace. Nuestros ricos son avaros.
Nos costó acostumbrarnos a que hubiera alguien que dona sin requerir retribución alguna. Eso no nos termina de sorprender y dudar respecto de por qué lo hace. Sus gestos de desprendimiento son tan diversos, variados y distintos que definitívamente lo hace sólo porque quiere y puede hacerlo.
-
Una postura sobre la adopción
En torno a la adopción, no se puede legislar con una espada de Democles en el cuello, cuando la fundación Iguales amenaza con discriminación. Que ciertas personas tengan el derecho de optar por una vida sexual según sus preferencias, olvidando la función reproductiva de la sexualidad, enarbolando la bandera del derecho del placer por sobre la función reproductiva,no podemos confiar en una adopción genuina. Además la adopción debe estar centrada en personas que no pudiendo ejercer la reproducción por motivos médicos lo necesitan y no para aquellas que sólo quieren parecer "iguales" ante los demás. Si se pueden reproducir, que lo hagan y dejen la adopción para los que realmente no pueden.
-
#leohoyxhoy
Francisco Morales (25) lee el hoyxhoy porque le gustan mucho sus secciones, contenidos y notas escritas de manera sencilla, que se pueden leer donde sea. Lo único malo del diario, dice, "es que tiene mucha publicidad".
-
"#fototestigo"
Un grupo de chilenos celebra el triunfo en Copa América en la tradicional Plaza Italia. Un momento inolvidable.