Lees esto mientras inicias la semana. Estás tomando el metro, vas arriba de la micro, esperando en un paradero, detenido en la luz roja de un semáforo, arriba de un auto mientras tu padre o madre conduce en medio del taco. Inicias el rito desagradable y latero del día lunes, empezando la jornada, consciente de que el esfuerzo que demanda la pega, la universidad, el colegio o la vida misma, durará, inexorablemente, por los próximos cinco días. Arrastrándote a la rutina. Pero estoy seguro de que te sientes distinto, que hoy no ha sido tan difícil levantarse, que el rito tedioso se ha hecho más agradable.

Probablemente tengas ganas de llegar a la oficina para comentar el excelente planteamiento hecho por Jorge Sampaoli, que anuló y sometió a uno de los mejores equipos del mundo. Estoy seguro de que deseas llegar a la pega para hablar del extraordinario partido que jugó el enorme Gary Medel, que no sólo anuló a Messi, sino que se las arregló para salir jugando limpiamente, sin dar un solo pase equivocado.

A lo mejor, quieres encontrarte con tus compañeros en la sala de clases para comentar la seguridad de Bravo, la impecable labor táctica de Marcelo Díaz, el gran primer tiempo de Valdivia y el buen juego de Vidal. Tienes ganas de alabar el despliegue de Isla y Beausejour y el partido notable de Charles Aránguiz.

Que el tráfico te deje llegar luego para compartir las sensaciones de la infartante definición a penales coronada con la genialidad de Alexis, para finalmente volver a abrazarte saludando a todos con un "Buenos días, Campeón de América".

Es un lunes diverso, tenemos ganas de sonreír, de hablar, de saludarnos. Parecemos un país diferente, aunque los verdaderos problemas sean los mismos. Es que todo cambió a partir del sábado cuando un grupo de muchachos, pertenecientes a la nueva generación de chilenos, nos hizo borrar 100 años de frustraciones y complejos. Ya nada será igual, porque ahora nos sentimos capaces y no sólo por un trofeo. Este equipo nos hizo creer que todos juntos podemos lograr algo importante. Que los sueños son posibles y que nada nos va a quedar grande.

Somos Campeones de América. Algo cambió este lunes y parece que para siempre. ¡Viva el nuevo Chile!