No es una pregunta retórica. Tampoco irónica. Se te viene a la cabeza cuando masticas "Map to the stars" (o "Polvo de estrellas", su nombre en Chile), la última película de ese director canadiense talentoso e irregular llamado David Cronenberg. Su cinta cuenta una historia dramática, trágica, pero de a poco te vas dando cuenta que tiene aspiraciones también de ser una comedia negra, una suerte de parodia del Hollywood actual y su fauna de estrellas tan proclives al yoga y la meditación como a los fármacos y al exitismo. ¿Pero puede uno reírse cuando ve sufrir -y mucho- a personajes tan neuróticos como los de esta película, cada cual víctima de los trastornos de sus propios padres y gente que paga un altísimo precio por una fama que no alcanza ni a disfrutar? Difícil, a menos que seas bastante cruel. Cronenberg sí lo es, pero el director de "La Mosca", "Crash" y "Una historia violenta" ha canalizado antes mejor su gusto por lo retorcido. ¿Es este dramón una sátira? Pareciera que sí, pero lo dudas si no eres capaz de comulgar con su humor, si te cuesta que la película te saque alguna risa.

"Polvo de estrellas" es un relato a muchas voces. Julianne Moore interpreta a una actriz, famosa pero en decadencia, que lo único que quiere es obtener el rol protagónico en un remake que antes protagonizó su difunta madre, de quien guarda pésimos recuerdos. Robert Pattinson es un tipo que conduce limusinas en Hollywood mientras espera que alguno de los castings a los que va dé resultado. John Cusack es un escritor de autoayuda, casado con una mujer sobreprotectora y nerviosa. Ambos son padres de una estrella precoz de la actuación: un muchacho que viene saliendo de rehabilitación (¡con 13 años!) y de una adolescente tan peligrosa que ellos la preferirían en el psiquiátrico. Este sombrío panorama tiene algunos momentos cautivadores, en especial los de Julianne Moore, cuya interpretación derrocha carácter y en algo recuerda a su rol en la ya clásica "Magnolia". En esa película también había personajes al borde del abismo. Era eso sí un filme humanista, con fe en la raza humana. Que "Polvo de estrellas" opte por el nihilismo no es necesariamente problemático. El problema es que es una película nihilista y, a la vez, bastante ridícula.

Autos chocados, abandonados y cementerios automotrices son el tópico que la fotógrafa nacional Marisa Niño explotó en su muestra "Autos Extraordinarios". La exposición se inaugura hoy a las 19 horas en la Aldea del Encuentro, con una interesante exploración de los materiales, sus historias y los accidentes. El registro fotográfico de Marisa Niño busca retratar de manera cruda y con una profunda sensibilidad estética el abandono de estos vehículos.

Continúa la exhibición de la obra teatral Antígona, dirigida por Ronald Heim. Esta es una versión contemporánea del clásico griego, que además cuenta con la música de Fernando Milagros. Es protagonizada por Héctor Noguera y Carolina Arredondo, y narra la historia de la ejecución de una mascota, planteando el conflicto griego de manera contemporánea y universal.