El debate es antiguo, inconducente y al final tedioso. Nos referimos a esa típica inquietud que se da en días como hoy, en que estamos solo a horas de que se inicie la Copa América, con el partido de Chile enfrentando a Ecuador en el Nacional.

Porque claro, para muchos un partido de fútbol por la televisión es el momento y la excusa perfecta para tirar algo de carne a la parrilla. Y si, como hoy, más encima juega la Selección Chilena, todo esto se transforma casi en una obligación. Aunque por otro lado, están los que dicen que si uno hace un asado para ver un partido, termina comiendo mal o viendo poco y nada del juego, absorbido por las faenas de la parrilla. O peor aún: con tantas preocupaciones no se come bien y tampoco se puede apreciar cabalmente todo el partido. En lo personal, ya lo he dicho anteriormente, prefiero ver los partidos solo, ojalá en casa y con alguna botella cerca. Pero cada uno es libre de seguir la Copa como mejor le plazca y uno no es nadie para venir a prohibir asados.

Así las cosas, nuestros consejos hoy irán por el lado de cómo compatibilizar estas dos actividades: fútbol y parrilla. Y aquí la clave es el tiempo, porque lo ideal es comer antes o después del partido, para que así todos puedan seguir el fútbol (parrillero incluido) sin mayor problema. De esta manera, hay que tomar algunas decisiones. Por ejemplo, si se quiere comer antes del fútbol, hay que prender el fuego con unas dos horas de antelación y elegir cortes que se hagan más o menos rápido, como para estar sentado a la mesa comiendo unos 60 minutos antes del pitazo inicial. Así, todos engullen tranquilos y el partido se comienza a ver cuando la mesa ya está despejada y tenemos encima solo los destilados, los vasos largos y el hielo. Ahora bien, la otra opción es comer después del fútbol. Para esto, lo ideal es preparar algún corte de larga cocción como una plateada al palo, un trozo muy grande de lomo o un tapabarriga bien maceteado. En este caso, se pone la carne junto con el inicio del encuentro, calculando que esté lista 90 minutos después. Aunque ojo, el parrillero igual tendrá que estar atento a la parrilla, y dar vuelta la carne -y vigilarla- en paralelo al partido. Además, para que el hambre no sea tanto, ni el alcohol produzca efectos indeseados muy temprano, se sugiere tener solo cerveza y vino para ver el fútbol y también se agradece alguna cosita para picar. Porque si se instalan con los destilados a ver el fútbol, después muchos no van a tener idea de lo que están comiendo.

Lo último, los días que juega Chile, las carnicerías y supermercados se llenan. Por favor, sea precavido y compre con antelación. Y para inspirarse, le dejamos aquí las instrucciones para un asado más o menos rápido.

Todo depende de las condiciones de tiempo y lugar.

Si tiene suficiente patio y paciencia, haga el asado con leña, no se arrepentirá. Ahora, si tiene menos tiempo, utilice carbón. Y si vive en departamento y el asado lo va a hacer en el balcón, mejor que use una parrilla a gas.

¿Parrilla eléctrica? Solo si no hay otra opción.

En los asados chilenos se bebe, y bastante. Por lo mismo, es aconsejable seguir esa tradición de siempre ir cambiando de brebaje alcohólico en orden ascendente. O sea, partir con cerveza o vino y luego del asado pasar a los destilados. Y claro, si uno pasó ya al vino o al destilado, nunca regresar a consumir líquidos de inferior graduación.