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columnista de hoyLa lucha por resguardar al Santiago agrícola
Claudio Orrego, @orrego intendente de la región metropolitana
La búsqueda de un Santiago más humano, conectado entre sí y con las necesidades de la gente, ha sido uno de los principales desafíos que hemos asumido como Gobierno Regional. La seguridad, el medioambiente y la inclusión son parte de esa agenda, pero lo que se también se hace urgente es disminuir la desigualdad que vemos en la región.
Ni siquiera estamos hablando de la desigualdad del ingreso, sino que basta ver la que surge desde el propio Estado al darle a los sectores más acomodados las mejores autopistas, la mayor cantidad de áreas verdes o las ciclovías de alto estándar.
Quizás donde se ve con mayor claridad esa inequidad es en la asimétrica relación entre el eje urbano de Santiago y las postergadas (e invisibilizadas) 18 comunas rurales de la Región.
Actualmente, la Región Metropolitana sufre un lento pero constante proceso de desertificación: las lluvias han decrecido anualmente en rangos de entre 15 a 30 por ciento desde 2009 (acumulando un déficit del 50%); la temperatura ha aumentado entre 2 y 4 grados, afectando los glaciares y disminuyendo los caudales de los ríos, y en ese escenario de escasez se han sucedido las emergencias hídricas y agrícolas en comunas como Tiltil, Alhué, San Pedro o María Pinto.
Esta escasez hídrica ha afectado profundamente a los pequeños y medianos agricultores. Hay un millón 136 hectáreas agropecuarias en la Región Metropolitana, con el más alto cultivo de hortalizas (26,5%) y de viveros (26,9%) del país, y con un importante tercer lugar en el cultivo de frutales. Sin embargo, solo el 70 por ciento de las plantaciones frutícolas cuenta con sistemas de riego tecnificado. El resto, los más pequeños, se surten con las cada vez más exiguas aguas lluvias.
Hemos trabajado, por ello, en revertir esta situación y apoyar con asesorías y recursos a aquellos proyectos que nos permitan mejorar el riego y rehabilitar obras que permitan acumular agua, como tranques, canales y pozos.
También hemos colaborado para acortar el aislamiento productivo de estos agricultores, apoyando iniciativas como el 100K (que les permite a pequeños agricultores colocar sus productos en 31 restaurantes de la Región), o subvencionando parte del certificado de sanidad, emitido por el Ministerio de Salud, que les permite vender producción artesanal de aceitunas o quesos, por ejemplo.
Estamos conscientes de que la crisis hídrica es solo parte, pero que es fundamental hacernos cargo de este problema para mejorar las condiciones del agricultor y de su producto final. Un Santiago humano no puedo esconder a buena parte de la región bajo la alfombra.
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Un GPS humano de los buses del Transantiagociudadano de hoy
Óscar Valdemar. Su trabajo es ser un GPS humano. Desde distintos paraderos del sector oriente monitorea la frecuencia de los buses para comprobar que las empresas cumplan con lo publicado en la web del Transantiago. También orientar a la gente con calles y recorridos. Se levanta a las 05.00 y de 06.00 a 10.00 está en el paradero de Tobalaba: "Las mañanas son las más estresantes porque toda la gente quiere llegar temprano al trabajo".
Vuelve a su casa, en Peñalolén. Descansa, toma desayuno, duerme, almuerza y parte de nuevo. El segundo turno es de 17.00 a 21.00. Lleva cinco años en lo mismo y para él lo más desgastante es moverse de un extremo a otro de la ciudad: "Antes trabajaba en fruta de exportación y ese sí que era trabajo pesado, físico". El otro problema es cuando baja la frecuencia de buses y los usuarios se enojan. "La gente la agarra con cualquier empleado que relacione a Transantiago. Me ha tocado estar cuando se toman la calle y ahí tenemos que sacarnos el uniforme y hacer abandono del lugar porque te pueden pegar o hacer cualquier cosa". Pero dice que no se estresa "porque al final del día igual tienes que llegar a tu casa y lograr olvidarte de las preocupaciones y descansar". Toma once acostado y a las 11.00 ya está durmiendo. Le gusta su trabajo: "Uno se acostumbra a todo y lo bueno es que conozco casi todo Santiago". Pero en el futuro le gustaría dedicarse por completo a la música. Los fines de semana toca covers de los 80 con su banda Alfa 7 en bares: "Estamos haciendo nuestros propios temas, yo toco guitarra y a veces me voy del paradero directo a algún show".
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Los líderes que necesita el país
En respuesta a la carta al director de la srta. Graciela Avendaño del día Viernes 8 de mayo , quisiera rebatirle el concepto de líder en donde ella cita a Ricardo Lagos. El siglo XX podía aguantar ese tipo de liderazgos individuales, toscos y sin alma, en donde quienes lo ejercían, lo usaban con el objetivo de predominar y hablar con supuestas verdades absolutas. Esa época ya pasó. Debo recordar que ya tenemos 15 años de siglo XXI, en donde, los líderes, ya no deben ser y hablar de una postura dominante, si no que abrir el diálogo con la ciudadanía(...).Hoy y gracias a los errores de líderes del siglo XX, estamos en crisis civil. La sociedad necesita darse cuenta de eso y organizarse.
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La renuncia del chileno medio
Cuando un chileno medio es despedido de la empresa donde trabajaba, se retira con pena y desconcierto, porque sabe que la cosa es difícil afuera. Pero cuando la Presidenta dijo que todo su plantel de ministros debía renunciar, estos aparecieron en los medios como si nada, riéndose y tomándose de las manos. ¿Acaso no alcanzan a vislumbrar el tremendo daño que han hecho a millones de chilenos? Se nota cómo las realidades de los chilenos son distintas a los de sus representantes. Hay más empatía en un topo. Seguramente todos tienen algún negocio, algún directorio o lugar donde llegar. Sino porqué hicieron como si nada pasara, con sonrisas sardónicas.
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#leohoyxhoy
Hola, mi nombre es Manuel Vega y los leo porque acercan el contenido informativo a la gente de una manera amable y comprensible. Además, siempre dan datos útiles y panoramas entretenidos para cualquier día.