Luego de que se vinculara al ex Presidente Sebastián Piñera con presuntas boletas falsas que habría emitido el director ejecutivo de Chilevisión, Jaime de Aguirre, a una de sus empresas, ayer el ex Mandatario negó que existiera alguna relación entre su compañía y el caso SQM.

"Desde el 2005 existe un contrato entre La Música (empresa de De Aguirre) y Bancard, por la cual asesoró a Bancard en sus proyectos en el mundo de las comunicaciones. Por ejemplo, la creación de un centro de las comunicaciones, para lo cual Bancard compró Machasa, el proyecto de crear una multimedia e incluso asesoró a Bancard en la venta de Chilevisión", explicó.

Piñera dijo que desde 2009 no participo de la administración de las empresas, me han informado que está recabando toda la información y que no existe relación con bonos. Sí existe una relación con la asesoría que La Música le prestó a Bancard".

El presunto vínculo de Bancard con el caso fue revelado por El Mostrador, que aseguró que De Aguirre recibió bonos a través de boletas enviadas a SQM y Aguas Andinas.

Analistas políticos han solicitado que Piñera responda con claridad el asunto, sobre todo si es que tiene intensiones de volver a La Moneda en el próximo periodo. Patricio Navia dijo a radio Cooperativa que "su respuesta deja más dudas que respuestas. Si los chilenos quieren que se separe la relación entre los empresarios y la política, entonces el rol del ex Presidente Piñera hacia el futuro va a ser bastante complicado".

Los líderes de la Unión Europea comprometieron recursos para salvar las vidas de quienes cruzan el Mediterráneo para llegar al viejo continente, en una cumbre realizada ayer a raíz de la muerte de cientos de inmigrantes en pocos días. "Vamos a triplicar los recursos financieros para las misiones relevantes", dijo la canciller alemana, Angela Merkel, tras la cita. Y sobre su país, agregó que "si los fondos no son suficientes vamos a tener que volver a hablar".

Operaciones antiterroristas de EE.UU. provocaron por error la muerte de un rehén estadounidense y otro italiano secuestrados por Al Qaeda, así como por lo menos dos norteamericanos que trabajaban con la organización terrorista. La información la confirmó ayer el propio presidente Barack Obama, quien asumió la responsabilidad y envió sus condolencias.