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¡Todos unidos para dar #FinAlMaltrato infantil!
el día de karol dance
Hoy para mí es un día especial, como todos. Este viernes 17 de abril es mi cumpleaños, una fecha que generalmente todos celebramos, más aún cuando somos niños. Sin embargo, hay infantes que no tienen la posibilidad de escuchar la canción mas popular del mundo, el "cumpleaños feliz".
Algunos sólo escuchan palabras como estas: "Te pego por tu propio bien", "mis padres me pegaron y yo crecí bien", "se aprende mejor a través del dolor". Todas estas frases, que seguramente muchos hemos oído en más de alguna oportunidad, hablan de una creencia cultural muy arraigada en Chile, la de la violencia contra los niños.
Vamos a los datos: según el cuarto estudio de Maltrato de Unicef Chile (2012), el 71% de los niños que viven en el país manifiestan sufrir algún tipo de violencia por parte de su padre o madre. ¡Esto es siete de cada 10 niños! Más de la mitad de los niños (51,5%) manifiesta sufrir algún tipo de violencia física y el 25,9% de ellos señala sufrir violencia física grave.
¿Podemos quedarnos sólo en el espanto y no hacer nada? No.
A pesar de que algunos aún no seamos padres o que otros ya han criado, no somos libres de mirar para otro lado sin responsabilizarnos. Justamente, por tratarse este tema de una costumbre en nuestro país, es que todos, como sociedad, debemos trabajar para erradicar esta cultura de maltrato.
Hace algunos días, Unicef presentó por redes sociales su última campaña, llamada precisamente #FinAlMaltrato. A través de imágenes muy potentes de violencia contra los niños, busca crear conciencia respecto de este tremendo problema. Es muy simple adherir a esa cruzada: basta con que compartas el video, a través de Facebook, Twitter o Instagram y ya estarás ayudando a que otros puedan abrir sus ojos y reaccionar a tiempo.
No me gustan los sermones, pero sí creo necesario hacer eco de lo que implica la violencia contra los niños y niñas. La violencia produce consecuencias profundas en la vida de niños y adolescentes, ya que afecta seriamente su desarrollo y crecimiento. No sólo deteriora la relación con sus padres, sino que también afecta su rendimiento escolar, genera problemas de salud mental y ocasiona problemas con sus compañeros. Y, por supuesto, les afectará en su vida adulta.
¿No te dan ganas de hacer algo al respecto?