• Santiago inundable, el próximo desastre

    francisca burgos, arquitecto urbanista master esc. de urbanismo en parís

    ¿Qué podemos hacer para evitar las inundaciones? Es la pregunta que todos nos hacemos cuando vemos los restos de ciudades nortinas.

    Las inundaciones son inevitables. Son parte de la naturaleza. Lo que podemos hacer es asegurar que no haya nadie en Chile expuesto a sus consecuencias.

    Por ejemplo, si hay dos islas, una habitada y otra deshabitada: viene una ola que azota a las dos en la misma medida. No podemos evitar que se inunden, la naturaleza no respeta las construcciones. Lo que podemos hacer es proponer cómo habitar la isla para protegernos.

    En el caso de Santiago y de cualquier otra ciudad ese es el punto de partida de la construcción, no de la reconstrucción. En primer lugar respetar la geografía. Hay que entender que Santiago no es sólo construcciones. Es tierra, árboles, río Mapocho y Cordillera.

    Cuando el río se desborda, el agua cubre ciertos sectores de Santiago. Estas zonas son por lo tanto parte del Mapocho porque es por donde se desborda y por donde debería ser absorbida la crecida. Estos sectores, antes terrenos naturales, tragaban la lluvia. El problema es que construimos ahí.

    Allí se justifica edificar bajo estrictos parámetros que aseguran la habitabilidad en caso de inundación ¿Por qué se quiere evitar que Santiago siga creciendo hacia la periferia? Porque Santiago crece y lo está haciendo en terrenos naturales que también absorbían el agua de las lluvias hasta que se pavimentaron y perdieron esa capacidad.

    Los terrenos por donde pasan las vías que nos llevan desde Santiago al "nuevo Santiago" también la perdieron. Si contamos todos los terrenos que perdieron su capacidad de absorción nos damos cuenta por qué nos inundamos.

    A eso se suma su condición de valle, por lo tanto el agua además de no entrar en la tierra, corre por toboganes. En eso hemos convertido las faldas de los cerros estos años. Realmente no reaccionamos, y hemos construido territorios inundables. Como si se esperara que las ciudades de Chile se destruyan una a una para volver a levantarlas.

  • Una comerciante de calzado eternociudadano de hoy

    Olga Morales. Se despierta a las siete de la mañana. Se delinea las cejas, pone algo de rubor en las mejillas y un rouge naranjo para los labios. No sale de su casa en Ñuñoa sin su reloj puesto o sus aritos brillantes. Toma la 505 que la deja afuera del taller de reparación de calzado en Seminario 59. Sube la reja, y ya con su delantal morado, comienza un nuevo día laboral a las 08:30.

    El negocio se le ocurrió a ella sola, hace 36 años. Siempre tuvo olfato de comerciante y vio una oportunidad cuando se dio cuenta de que en el sector faltaba una reparadora de calzado. "Desde entonces que me ha ido estupendamente bien, porque aquí todo se cobra". Ella se dedica a atender a la gente: recibir los pedidos y entregarlos.

    Para los trabajos de zapatería tiene a dos maestros, que va cambiando cada cierto tiempo: "porque siempre quieren ganar más y yo no les puedo pagar tanto". El local tiene aroma a cuero, a pegamento y cera. Se acompaña viendo el Mega, escuchando la radio y el constante martilleo de las reparaciones.

    Reconoce que los tiempos han cambiado y que los clientes también. El público suele ser o muy joven o muy viejo. Pero el negocio no ha decaído: "es que los zapatos que llegan de China son muy malos, entonces la gente prefiere pagar un poquito más al comprarlos y después mandarlos a arreglar".

    Hasta las 19:30 se rodea de los zapatos que le dejan para arreglo, y que en muchas ocasiones quedan abandonados por meses, pero no es una fanática de ellos. En su casa solo tiene unos pocos pares, "pero es que los hago durar, esa es la gracia".

  • Diego de Almagro o Pueblo Hundido

    Es difícil dimensionar el nivel de destrucción que dejaron las lluvias en Atacama. Viví toda mi niñez en El Salvador y, pero tengo muchos familiares en Diego de Almagro, por ello conozco a quienes a través de su esfuerzo de años lograron levantar el antigüo "Pueblo Hundido" como se llamaba antes de 1977. Quizás por esa cercanía molesta ver la demora en la ayuda -el sábado recién comenzó a llegar ayuda de Onemi. No se puede seguir esperando más, falta agua, leche en polvo, pañales y víveres. Es imperioso que la ayuda pueda llegar rápido. Necesitamos levantar la dignidad y dar fuerza a todos los dieguinos para poder levantar el hoy Pueblo Hundido y vuelva a ser Diego de Almagro.

  • Más millonarios como Farkas

    Por medio de la presente quería agradecer y felicitar al señor Leonardo Farkas, ya que siempre que el país lo necesita está ahí.

    Es realmente un ejemplo para tantos chaqueteros que lo critican, sin entregar ni una milésima de los regalos que hace Farkas. Si todos los millonarios fueran así, si todos los políticos fueran así, y si todos los hijos de presidentes fueran así, viviríamos en un país muchísimo mejor.

    Porque, como dijo el propio Leonardo, hay que perseguir los sueños porque los sueños algún día se cumplen.

  • #leohoyxhoy

    Mi nombre es Jorge Solar y este es el diario gratuito que leo siempre. Me gusta porque entregan información útil y se ve que hay un trabajo detrás, además de que no copian ni pegan noticias de Internet o de otros medios.

  • "#fototestigo"

    ¡Qué belleza! Qué agradable es caminar por tus paseos, Santiago!

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