Colo Colo despertó ayer levemente estresado. Un medio publicó que Jaime Valdés, figura del equipo durante los últimos 15 meses, sufrió un desgarro y se perdería gran parte de la recta final del torneo. El volante, se especuló, estaría fuera por tres semanas e, incluso, podría ser baja en el duelo ante la UC en la penúltima fecha del torneo.

Hinchas indignados dedicaron a través de las redes sociales un cúmulo de insultos a Jorge Sampaoli. Severino Vasconcelos le confesó a hoyxhoy que la situación era crítica. Y Mario Cáceres, ex 9 albo, reaccionó con una preocupación honesta: "Sin Valdés la cosa se complica mucho".

Al mediodía, sin embargo, el nerviosismo se redujo de manera drástica. Jorge Cheyre, médico del Cacique, explicó que el desgarro había cicatrizado y que Valdés sólo tiene un edema muscular. "La recuperación va a tomar unos cinco días, sólo se perderá el partido del viernes con Cobresal", aseguró el perito.

Con el nuevo diagnóstico el aire volvió oficialmente al Monumental. El enojo con el régimen de entrenamiento de la Roja, eso sí, se mantuvo incólume.

De forma indirecta y diplomática Colo Colo le declaró la guerra a Sampaoli.

La guerra fría

Claudio Maldonado, jugador veterano y experto en entrenamiento diferenciado, se enteró de la lesión de Valdés e hizo una sentido llamado a Sampaoli. Dijo que Pajarito es un hombre maduro y que ya no tiene físico de veinteañero. Le pidió, en definitiva, una cuota de misericordia: "Valdés no puede tener la misma rutina que alguien más joven, podría haber una mejor evaluación". Cheyre, el doctor, también aportó una crítica y juró que Valdés no salió lesionado del Monumental. El desgarro, dijo, lo sufrió entrenando por la Selección.

Wilson Ferrada, kinesiólogo del primer equipo albo, ratificó la tesis: el isquiotibial de Pajarito, repitió, se desgarró en Europa y no en el partido ante La Calera por el Clausura. "Teníamos una seguidilla de partidos, pero era el cansancio propio de todos. Él fue a la Selección sin ninguna lesión", juró Ferrada.

Y tras el diagnóstico vino la declaración de inamistad. Ferrada enfrentó, a través de siete cámaras de televisión y una decena de periodistas, al deté de la Roja y se confesó sumamente molesto: "Que vuelvan jugadores lesionados cuando Colo Colo está peleando el campeonato no nos gusta. Se va a conversar por los canales respectivos".

Disminuido

La baja de Valdés para el partido del viernes con Cobresal se suma a la ausencia de dos hombres de peso: Humberto Suazo (desgarrado) y Gonzalo Fierro (suspendido). Colo Colo es, reconocen en Macul, un equipo disminuido. Y eso, dice el mítico señor Vasconcelos, le puede pesar en su lucha con la UC. "Le va a afectar mucho, sobre todo lo de Valdés. Pierde mucha claridad. Es el que arma el juego", analizó con experticia el brasileño.

Luego, sin embargo, hizo una pausa. Meditó seis segundos y aportó una opinión crítica: "Eso sí, si perdemos el título no será por eso. Será por los puntos que regalamos con La Calera. Eso fue fatal". Colo Colo, lo confirmó Severino, está preocupado por Valdés, triste por Chupete, angustiado por Fierro y en una guerra silenciosa con la ANFP. Son días negros en el cuadro albo.