• Navarro: "No se puede confiar en Sampaoli"

    El capitán de Chile 62' criticó al DT. Dijo que está obsesionado con irse de Chile, que "revienta jugadores" y que el caso Zárate fue "patético".

    Sergio Navarro, capitán de Chile en 1962, lateral izquierdo mítico y emblema del Ballet Azul, le grita a hoyxhoy que está "enrabiado". Dice que ve con preocupación cómo el fútbol chileno se ha plagado de argentinos. Nombra a Tocalli, a Grelak y Claudio Vivas. Y se detiene, especialmente, en Jorge Sampaoli, el origen del mal humor del señor Navarro.

    Asegura que la especialidad del casildense es encandilar al hincha con frases populistas ("se las sabe por libro"). Que es un perito en "meter chamullo". Y que nosotros, los chilenos, le creemos todo: "Afuera nos ven como huevones".

    Sampaoli, filosofa Navarro, está utilizando a Chile para fines propios. Y por eso, asume el mundialista, cada cierto tiempo desliza que quiere partir, tal como lo hizo ayer en entrevista con Marca: no descarta, dijo, dejar la Selección después de Copa América. "Fernando Riera lo hubiera ahorcado, ¡lo que hace es terrible!", lanza apenas oye su apellido.

    ¿Qué piensa cuando oye el nombre de Sampaoli?

    Le pongo un ejemplo: él dijo que su sueño era dirigir a Argentina, su patria. Entonces, ¿cómo voy a creer en una persona que dice eso? No se puede confiar en él. Que tenga un poquito de inteligencia y calle la boca. Además, ¿sabe qué?

    Dígame.

    A una persona que le hizo lo que le hizo a Vidal y a Medel, no le tengo ningún respeto. Para mí primero está el ser humano, no ganar a cualquier precio. Es un revienta jugadores.

    ¿Dice que Sampaoli está obsesionado con ganar?

    Quiere ganar a toda costa. No tiene ningún temor de liquidar a cualquiera. Vidal nunca volvió a ser el mismo. Mire cómo liquidó a Pepe Rojas, a Osvaldo González. Aránguiz se salvó porque se fue a Brasil.

    ¿¡Los jugadores corren peligro, señor Navarro!?

    Va a ver cuántos se van a lesionar después de estos dos partidos (Irán y Brasil). Mire a Matías Fernández, seguro que Sampaoli lo presionó. Pero prefirió operarse y ahora está recuperando su nivel.

    ¿Le molestó que quisiera convocar a Mauro Zárate?

    Lo persiguió un año y ¿qué pasó? Nada. Fue patético. Mire, puede tener papá chileno, pero Zárate es ar-gen-ti-no. Y con Valdivia lo mismo. Lo fue a ver a todos lados y en el Mundial no lo puso. ¿Quería demostrar autoridad?

    El futuro de la Roja, augura Checho, es ligeramente oscuro. Considera que los ciclos de Sampaoli no duran más de dos años. Que después de eso, los jugadores terminan estresados. Y por ello, precisamente, susurra, imaginar a Chile ganando la Copa América es ilusorio. Sampaoli encontró en el capitán a su más grande detractor. Y el capitán encontró en Sampaoli al origen de todos sus males. Son, entendemos, almas opuestas.

  • Liberemos a Jorge

    Lo hizo de nuevo. Una vez más, como tantas anteriores, el DT de la Roja volvió a poner en riesgo su continuidad en la Selección después de la Copa América. Quizás me voy, quizás sigo. ¿Inseguridad? ¿Marketing? ¿Histeria?

    A esta altura, más que nada, lo de Sampaoli no es ni siquiera un llamado de alerta: ¡es un pedido de auxilio! Por una extraña razón, queremos obligar a que el DT de la Roja siga acá. Que se quede entre nosotros a toda costa, por la razón o la fuerza. El medio futbolístico se ha empecinado en alargar y alargar la estadía del casildense en Pinto Durán. Él, como un prisionero sin muchos derechos, aprovecha cualquier diálogo con la prensa extranjera para mandar una señal de vida, un pedido encubierto de ayuda, el deseo de alertar a algún organismo humanitario.

    Le exigimos que clasificara a Brasil. Le exigimos que se quede a la Copa América. Se le hizo firmar un papel obligándolo a quedarse hasta Rusia 2018. Hay quienes lo quieren ver en las eliminatorias a Qatar 2020. ¿Acaso no es claro? Lo tenemos secuestrado, y nadie dice nada.

    Como un prisionero obsesivo con los detalles que lo puedan liberar, esta vez Sampaoli repitió con precisión el mismo "modus operandi" de otras entrevistas. Fue en las horas previas al partido, fue en un medio extranjero, fue para un país donde le gustaría entrenar (se sabe que le quita el sueño dirigir en Argentina o España), fue tranquilo aunque por dentro estuviera desesperado.

    La derrota contra Irán es una anécdota. Como seguirán siendo todas las derrotas que vengan. Aunque pierda, no lo dejaremos que se vaya. Jugar con un equipo B, cuando el país con suerte tiene medio equipo A, fue otra táctica del casildense para que nos desencantemos de una buena vez. Y tampoco te resultó, Jorge. ¿Por qué queremos tener encerrado a Sampaoli? ¿Qué hay en él que no lo queremos dejar escapar de la jaula? Cada vez que insinúa que se puede ir, se desata una nueva crisis de estado. La prensa deportiva se pone nerviosa, los comentaristas gritan, los hinchas se toman la cabeza, los dirigentes sudan y hay escenas de despecho en los bloques deportivos de los noticieros.

    Tenemos un rehén entre nosotros, y no queremos asumir nuestro delito. Aunque duela, ya es hora de gritarlo todos juntos ¡Liberemos a Sampaoli!

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