"Por las llamaradas los caballos arrancaban, pero después se volvían locos y se devolvían a las mismas pesebreras que se estaban quemando", contó a hoyxhoy Julio Piña. Aún apesadumbrado por el incendio que afectó en la madrugada de ayer al Club de Huasos de Peñalolén.

A las 05.31 horas Bomberos despachó la alarma de incendio en el terreno ubicado en Álvaro Casanova con Avenida Grecia, el que se expandió rápidamente, ya que las pesebreras y la mayoría de las instalaciones eran de madera.

Cerca de 150 voluntarios, de 10 compañías de Bomberos, acudieron al lugar, pero el comandante del cuerpo de Ñuñoa, Patricio Cumsille, explicó que tuvieron problemas para apagar el fuego: "El recinto está distante de la calle principal un par de kilómetros hacia adentro, entonces ahí no llegan los grifos. Tuvimos que poner una cantidad importante de mangueras en un carro para ir levantando la presión del agua. El fuego se controló, pero desgraciadamente hay algunos caballos fallecidos".

Veintitrés animales murieron producto del fuego y otros 15 lograron sobrevivir.

Salvando caballos

A muchos socios los llamaron por teléfono minutos después que se inició el incendio, pero al llegar al lugar cerca de las 06.00, cuando las llamas eran incontrolables y los animales relinchaban en el interior.

"Llegamos como locos corriendo. Si no es por los socios y las demás personas que habían acá, no hubiésemos salvado las siete pesebreras que quedaron paradas y se hubiera quemado todo", contó Julio Piña, que intentó apagar el fuego lanzando agua con mangueras y tarros, llegando a vomitar de tanto respirar humo. Pese al esfuerzo, no pudo salvar la vida de uno de sus cuatro caballos.

Raúl Bustamante, socio del club, perdió cuatro equinos durante el incidente. "Estoy medio afectado porque son caballos que al final uno les toma harto cariño, pero no hay nada que hacer", dijo a hoyxhoy.

Otras pérdidas fueron los artículos que habían en las pesebreras. Raimundo Díaz detalló que en cada una de ellas los socios normalmente tienen aperos de huaso (fustas, riendas y taloneras), vestimenta (chaquetas, chupallas y mantas) y las monturas. "Perdí alrededor de 5 millones de pesos. Una sola montura de carpincho cuesta 700 mil pesos, y yo tenía 4 monturas y otras cosas más", señaló.

Bomberos continúa investigando los hechos y hasta ayer aún no definían si el incendio fue casual o provocado.

Ignacio Abarca, presidente del club, relató que la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, les ofreció maquinarias para sacar los escombros y agregó que los caballos "tendrán que trasladarlos mientras se arregla el lugar".

"Por las llamaradas los caballos arrancaban, pero después se volvían locos y se devolvían a las mismas pesebreras que se estaban quemando", contó a hoyxhoy Julio Piña. Aún apesadumbrado por el incendio que afectó en la madrugada de ayer al Club de Huasos de Peñalolén.

A las 05.31 horas Bomberos despachó la alarma de incendio en el terreno ubicado en Álvaro Casanova con Avenida Grecia, el que se expandió rápidamente, ya que las pesebreras y la mayoría de las instalaciones eran de madera.

Cerca de 150 voluntarios, de 10 compañías de Bomberos, acudieron al lugar, pero el comandante del cuerpo de Ñuñoa, Patricio Cumsille, explicó que tuvieron problemas para apagar el fuego: "El recinto está distante de la calle principal un par de kilómetros hacia adentro, entonces ahí no llegan los grifos. Tuvimos que poner una cantidad importante de mangueras en un carro para ir levantando la presión del agua. El fuego se controló, pero desgraciadamente hay algunos caballos fallecidos".

Veintitrés animales murieron producto del fuego y otros 15 lograron sobrevivir.

Salvando caballos

A muchos socios los llamaron por teléfono minutos después que se inició el incendio, pero al llegar al lugar cerca de las 06.00, cuando las llamas eran incontrolables y los animales relinchaban en el interior.

"Llegamos como locos corriendo. Si no es por los socios y las demás personas que habían acá, no hubiésemos salvado las siete pesebreras que quedaron paradas y se hubiera quemado todo", contó Julio Piña, que intentó apagar el fuego lanzando agua con mangueras y tarros, llegando a vomitar de tanto respirar humo. Pese al esfuerzo, no pudo salvar la vida de uno de sus cuatro caballos.

Raúl Bustamante, socio del club, perdió cuatro equinos durante el incidente. "Estoy medio afectado porque son caballos que al final uno les toma harto cariño, pero no hay nada que hacer", dijo a hoyxhoy.

Otras pérdidas fueron los artículos que habían en las pesebreras. Raimundo Díaz detalló que en cada una de ellas los socios normalmente tienen aperos de huaso (fustas, riendas y taloneras), vestimenta (chaquetas, chupallas y mantas) y las monturas. "Perdí alrededor de 5 millones de pesos. Una sola montura de carpincho cuesta 700 mil pesos, y yo tenía 4 monturas y otras cosas más", señaló.

Bomberos continúa investigando los hechos y hasta ayer aún no definían si el incendio fue casual o provocado.

Ignacio Abarca, presidente del club, relató que la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, les ofreció maquinarias para sacar los escombros y agregó que los caballos "tendrán que trasladarlos mientras se arregla el lugar".

El incendio forestal que afecta desde el martes a la comuna de Santa Juana, en la Región del Biobío, mantenía hasta la tarde de ayer a unas 80 familias sin agua ni energía eléctrica, según informó ayer a hoyxhoy el alcalde de dicha comuna, Ángel Castro.

La autoridad también informó que se estaban solicitando 40 mil metros de manguera a la oficina de emergencias para que las familias afectadas pudieran tener nuevamente acceso al agua.

Hasta ayer el fuego había consumido dos viviendas, un galpón y 100 hectáreas de pastizal, matorral y arbolado, por lo que equipos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y Bomberos se dispersaron en distintos sectores para proteger los hogares de la comuna.

La Conaf aumentó sus recursos terrestres y aéreos para combatir el incendio, que hasta ayer seguía próximo a sectores habitacionales

Durante la jornada de ayer el incendio aún no estaba controlado, ya que las altas temperaturas y el difícil acceso de los equipos de emergencia a viviendas emplazadas en lugares remotos, dificultaba el trabajo de extinción.

La Intendencia de la Región del Biobío, en coordinación con la Conaf y la Onemi, decretó alerta roja a raíz de los incendios forestales que afectan a toda la zona, ya que hasta ayer habían cinco focos de incendio. Entre la regiones del Maule y Los Lagos ayer habían 14 focos de incendio, los que obligaron al trabajo de los organismos locales.

El incendio forestal que afecta desde el martes a la comuna de Santa Juana, en la Región del Biobío, mantenía hasta la tarde de ayer a unas 80 familias sin agua ni energía eléctrica, según informó ayer a hoyxhoy el alcalde de dicha comuna, Ángel Castro.

La autoridad también informó que se estaban solicitando 40 mil metros de manguera a la oficina de emergencias para que las familias afectadas pudieran tener nuevamente acceso al agua.

Hasta ayer el fuego había consumido dos viviendas, un galpón y 100 hectáreas de pastizal, matorral y arbolado, por lo que equipos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y Bomberos se dispersaron en distintos sectores para proteger los hogares de la comuna.

La Conaf aumentó sus recursos terrestres y aéreos para combatir el incendio, que hasta ayer seguía próximo a sectores habitacionales

Durante la jornada de ayer el incendio aún no estaba controlado, ya que las altas temperaturas y el difícil acceso de los equipos de emergencia a viviendas emplazadas en lugares remotos, dificultaba el trabajo de extinción.

La Intendencia de la Región del Biobío, en coordinación con la Conaf y la Onemi, decretó alerta roja a raíz de los incendios forestales que afectan a toda la zona, ya que hasta ayer habían cinco focos de incendio. Entre la regiones del Maule y Los Lagos ayer habían 14 focos de incendio, los que obligaron al trabajo de los organismos locales.